Cuando instalamos un aparato de aire acondicionado hay que tener en cuenta que durante toda su vida útil es más que recomendable realizar un mantenimiento del mismo, para evitar que surjan posibles averías o fallos. De esta manera, garantizamos que el equipo funcione adecuadamente, mejoramos su rendimiento y evitamos la aparición de posibles averías.
Antes de comenzar con el mantenimiento de nuestro aire acondicionado, en el caso de que sospechemos que el equipo no está funcionando correctamente, recomendamos contactar con un profesional del aire acondicionado para que supervise la instalación y verificar el rendimiento del aparato, que no hay elementos que obstruyan las salidas, que no hay fugas de refrigerante, etc.
Un mantenimiento adecuado puede llegar a alargar la vida útil del aire acondicionado y evitar averías. Normalmente, la vida útil de este tipo de equipos se estima entre siete y diez años. El mantenimiento preventivo se basa en una revisión exhaustiva de cada equipo de aire en la que se incluye la limpieza, revisión de piezas, filtros, etc.
Reducir gastos
Tanto en el entorno empresarial como en el núcleo familiar, la actualidad requiere que se preste atención a los gastos. Realizar el mantenimiento del aire acondicionado es sinónimo de ahorro, ya que un equipo de aire con mal funcionamiento puede llegar a multiplicar por cinco o seis el consumo normal de energía eléctrica.
Evitar problemas de salud
Además, los problemas derivados de un aire acondicionado que no funcione bien pueden incidir en la salud. Entre los principales problemas se pueden nombrar la bronquitis, rinitis y faringitis, ya que la exposición al aire que circula en la estancia se hace a través de los filtros. Cuando los filtros no están limpios, sirven de alojamiento a hongos y bacterias que afectan enormemente a las vías respiratorias humanas.
Adiós a los malos olores y sonidos
Durante los cambios de estación, es posible que el aire acondicionado emane malos olores si no se le ha dado el correcto mantenimiento. También es posible que, por falta de revisiones, el equipo empiece a emitir sonidos en las unidades que se encuentran dentro de la habitación.
Tener un ambiente higiénico, sin malos olores, sin bacterias, sin sonidos o vibraciones y que, además, no ponga en riesgo la salud ni la economía es posible, ya que todo esto se puede prevenir con la atención adecuada. Cabe tener claro también, que realizar el mantenimiento del aire acondicionado es barato.
Limpiar los filtros de aire acondicionado
Los filtros son las piezas que se encargan de absorber las partículas de polvo y evitar que lleguen al ambiente. Por eso, es importante mantenerlos limpios. De lo contrario, el rendimiento del aire acondicionado podría verse afectado.
Para realizar esta labor de mantenimiento, debemos:
- Abrir la tapa del aire acondicionado, detrás de la rejilla encontramos los filtros del aire acondicionado. Habrá que extraerlos para realizar la limpieza de filtros de aire acondicionado.
- Tienes dos opciones: limpiarlos con una aspiradora para eliminar el polvo y restos de suciedad que pueda haber, o usar agua fría para limpiarlos completamente. En este caso, ponerlos a secar a la sombra, nunca al sol para evitar deformaciones (luego podrían no volver a encajar en el aparato).
- Una vez limpios, se vuelven a introducir los filtros de aire acondicionado en el equipo de climatización en la misma posición y el equipo de aire acondicionado ya estará listo para funcionar.
Lo recomendable es hacer esto una vez al año. Aunque si tu aparato es una bomba de calor y lo usas también en invierno, quizás sea mejor que limpies los filtros más a menudo.
Limpieza del desagüe del split
La utilización de los equipos de aire acondicionado en modo frío hace que dentro de la unidad interior se produzca un proceso de evaporación que hace que dentro del sistema se vayan acumulando unas gotas de agua. El desagüe es un tubo fino por el que cae el agua por su propio peso. De no limpiarse cada cierto tiempo, el agua acumulada podría provocar malos olores, aparición de bacterias o producir avería en el funcionamiento. Es conveniente por este motivo desaguar el equipo cada cierto tiempo.
Si percibimos que el desagüe se ha atascado o está en mal estado., soplar con fuerza por el tubo puede ser una solución sencilla, aunque en instalaciones más centralizadas, el acceso a este tubo puede ser complicado. En este caso, puede que la solución sea cambiar el tubo del desagüe.
Limpieza de la unidad interior
Limpiar la unidad interior garantiza un buen mantenimiento del aire acondicionado. El proceso es bastante sencillo e implica tanto la limpieza del exterior del split como de los filtros y el desagüe de la unidad. El objetivo es evitar que la suciedad se acumule en el interior de la máquina dificultando su rendimiento, provocando un mayor consumo eléctrico y ocasionando averías.
La unidad interior se limpia con agua tibia y jabón, apagando antes la unidad de la corriente y con cuidado de no dañar componentes delicados como las bobinas. Tambien, se recomienda limpiar la unidad interior con vapor a presión, utilizando una funda protectora.
La limpieza de los filtros del aire acondicionado merece mención aparte porque es muy importante. En los filtros se acumulan partículas de polvo y, cuando esto ocurre en exceso, se producen pelusas que restringen el flujo de aire provocando que el aparato funciona de manera forzada.
La recomendación es limpiar los filtros una vez al año o al inicio de cada temporada. Solo tienes que abrir la tapa del aire acondicionado, extraer los filtros y limpiarlos con un aspirador o con agua fría. Los expertos aconsejan no utilizar productos químicos (lejías, desinfectantes, jabones perfumados, etc.) y dejarlos secar al aire pero nunca al sol, ya que podrían deformarse y no encajar bien a la hora de ponerlos otra vez.
Respecto al desagüe, su limpieza y desaguado es necesaria para evitar la acumulación de agua sucia y la aparición de bacterias y malos olores. Conviene realizar esta revisión al menos una vez al mes.
Limpieza de la unidad exterior
En la unidad exterior se encuentran algunos de los componentes principales del aire acondicionado como el ventilador, el compresor o el intercambiador. La unidad exterior se puede limpiar con chorro de agua a presión.
Revisarlos regularmente tiene dos objetivos: evitar la acumulación de suciedad y detectar elementos externos que obstruyan los conductos. Una inspección visual de las canalizaciones te ayudará a detectar estas obstrucciones y taponamientos.